Fischers Fritz

Berlin
feb-07
Comensales: 5
Precio Medio: 130€
www.fischersfritzberlin.com

Restaurante extraordinariamente refinado ubicado en el hotel The Regent. La primera impresión es rotundamente buena y además se acrecenta a medida que vas fijándote en los incontables detalles que no escapan a los ojos de aquellos que gustan de estas cosas.

Cubertería de plata , fina mantelería de hilo, vajilla de altísimo nivel (Bernardeau y Villeroy&Boch) y, como no podia ser de otra manera, las mejores cristalerías (Riedel y Schott).

Mobiliario soberbio, decoración clásica pero con pinturas fantásticas, moquetas y materiales nobles allá donde fijaras la vista, un servicio de personal atento, educado y altamente profesional Resumiendo, una fiesta con solo entrar allí y dejarte llevar.

Por supuesto este despliegue de medios hay que pagarlo y te lo cobran a precio de oro pero aquí es donde se marcan la diferencias entre los buenos y los grandes restaurantes para quienes quieran o sepan valorarlos.

Respecto a la comida, la carta es más bien escasa pero puedes optar por un menú de degustación de 4, 5 ó 6 platos. Nos decantamos por la carta que a mí entender en donde se demuestra el nivel de cocina y a mi juicio que no defraudó. El trato a los pescados es soberbio, la materia prima de primera y la presentación de los platos, de corte clásico. Increíble la langosta y su salsa, sabroso, atrevido y técnicamente irreprochable el foie sobre anguila ahumada y costra de mermelada caramelizada y soberbia la lubina a la sal.

La carta de vinos es inabarcable por su amplitud y solo accesible a auténticos entendidos del vino ya que hay cientos de referencias de todo el mundo. Para hacer las cosas mas sencillas optamos por un champagne que maridara bien con los platos que habíamos pedido. Optamos por un soberbio y más accesible Taittinger Brut Prestige Rosé de fantástica burbuja y refrescante aroma.

Los postres bien trabajados y correctamente presentados. Hacer mención al increíble carro de quesos con más de 40 referencias, a cada cual mas bueno, servidos a petición y ordenados con conocimiento para ser degustados de la mejor manera.

En definitiva un restaurante fantástico en todos los sentidos salvo, como no podía ser de otra manera, por su precio solo apto para pudientes bolsillos.

Como nota anecdótica diré que esa misma noche cenaba el director y actor americano, Clint Eastwood a pocas mesas de la nuestra, que coincidiendo en fechas con la Berlinale presentaba sus dos nuevas películas.