
Revuelto de calabacín y queso, patata rellena de espinacas coronada con un huevo escalfado, y chipirones en su tinta. ¿Quieren más? Plato principal de pescado a la sal, una corba (corbina) fresca como la madre que lo parió y tan grande que daba para comer a varios hombres.
Marques de Murrieta y San Vicente, dos riojas de campeonato complementaron la comida. De postres, crema de queso con cabello de ángel, higos en conserva y helado de chocolate. Estupenda infusión de hierbas (te de roca, melisa, poleo, etc) y un estupendo orujo de hierbas, El Afilador.
¿Alguien da más?
2 comentarios:
Precio de semejante maravilla?
Pues no tengo ni idea. Las dos veces he ido 'convidado'. Por cierto, no abre fines de semana. Es, digamos, un restaurante de empresa.
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