
Julio-09
Precio Medio: 64€
Ubicado en la Bretaña francesa en la turística población St-Malo (intramuros) en la que destaca una oferta gastronómica inabarcable, nos decantamos por un restaurante con fama de tratar sabiamente los productos del mar.
Y a buena fe que lo hacen.
Salón mediano, algo anticuado, con un decorado algo démodé simulando la cubierta de un barco. Mesas amplias y situadas a diferentes alturas, buena iluminación y un elegante servicio de mesa.
Aseos a reformar sin demora aunque muy limpios.
Atención cordial y atenta, siempre de agradecer.
Carta corta pero suficiente donde priman los pescados, mariscos y moluscos. Asimismo encontramos el omnipresente foie micuit, referencia obligada en casi todos los restaurantes de Francia que he visitado
Carta de vinos a descubrir. Nos dejamos aconsejar tomando un refrescante y frutal Sancerre del Domaine Bardin sin grandes pretensiones,
De entrada un aperitivo por cuenta de la casa (siempre se agradece). Ostras salvajes de un profundo sabor y una generosa ración de micuit, sin abuso de salsas ni mermeladas, completan las entradas. Platos principales de pescado donde se nota, y mucho, la excelente calidad y frescura del pescado. El trabajo en cocina, formal y respetuoso con los sabores y texturas del rodaballo, sobresaliente. Atractiva presentación de los platos. Tiempo de servicio excelente.
Limitada carta de postres, donde tomamos una especie de crema catalana buenísima.
Un restaurante muy recomendable ya que la calidad del producto, la destreza de la cocina y el trato al cliente es inmejorable.
La fachada

Aperitivo de frutos del mar

El Vino

Las Ostras

El Foie-gras

El Rodaballo

no me acuerdo del nombre :)

El postre

Precio Medio: 64€
Ubicado en la Bretaña francesa en la turística población St-Malo (intramuros) en la que destaca una oferta gastronómica inabarcable, nos decantamos por un restaurante con fama de tratar sabiamente los productos del mar.
Y a buena fe que lo hacen.
Salón mediano, algo anticuado, con un decorado algo démodé simulando la cubierta de un barco. Mesas amplias y situadas a diferentes alturas, buena iluminación y un elegante servicio de mesa.
Aseos a reformar sin demora aunque muy limpios.
Atención cordial y atenta, siempre de agradecer.
Carta corta pero suficiente donde priman los pescados, mariscos y moluscos. Asimismo encontramos el omnipresente foie micuit, referencia obligada en casi todos los restaurantes de Francia que he visitado
Carta de vinos a descubrir. Nos dejamos aconsejar tomando un refrescante y frutal Sancerre del Domaine Bardin sin grandes pretensiones,
De entrada un aperitivo por cuenta de la casa (siempre se agradece). Ostras salvajes de un profundo sabor y una generosa ración de micuit, sin abuso de salsas ni mermeladas, completan las entradas. Platos principales de pescado donde se nota, y mucho, la excelente calidad y frescura del pescado. El trabajo en cocina, formal y respetuoso con los sabores y texturas del rodaballo, sobresaliente. Atractiva presentación de los platos. Tiempo de servicio excelente.
Limitada carta de postres, donde tomamos una especie de crema catalana buenísima.
Un restaurante muy recomendable ya que la calidad del producto, la destreza de la cocina y el trato al cliente es inmejorable.
La fachada
Aperitivo de frutos del mar
El Vino
Las Ostras
El Foie-gras
El Rodaballo
no me acuerdo del nombre :)
El postre
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