http://www.michelcouvreur.com/La primera vez que compré una botella de Whisky de malta, siendo consciente de ello y buscando algo diferente, fue una botella de Lagavulin 16. Fue en Andorra, hace años, cuando comprar en ese país aún suponía un ahorro. Recuerdo que le decía al vendedor que buscaba algo distinto, con un toque personal. Aquel tipo lo acertó de lleno, no solo me aconsejo bien, sino que me dijo incluso como disfrutarlo plenamente. Pocos años después tuve que dejarlo de comprar porque lo subieron de precio escandalosamente
Y bien, este rollo viene a cuento porque he buscado un malta durante mucho tiempo que me hiciera disfrutar tanto como aquella primera botella de Lagavulin 16. Y lo he encontrado.
Llama la atención de este escocés pure malt, sin filtrar, su nombre, su original botella y su cierre, un tapón de corcho a la vieja usanza. El precioso color dorado y envejecido y un aroma exquisito que nos recuerda al mar, la turba fresca y la hierba, hace presagiar lo que viene después, un potente y redondo paso por boca lleno de matices donde recrearse. Su aroma y sabor son persistentes, aflorando el buen trabajo hecho con la madera. En definitiva, un whisky redondo y muy recomendable para quien quiera hacerse un homenaje de aprox 50€.