

Abril-09
Precio Medio: 70€
www.dafiore.net
Restaurante realmente difícil de encontrar, sobre todo porque hay varias calles en Venecia que tienen el mismo nombre. Además, si pasas por la puerta, nadie diría que se trata del que seguramente sea el mejor restaurante de la ciudad.
Ahora bien, una vez dentro ya notas la categoría y el profesional servicio de la gente que allí trabaja. Trato cordial y agradable, no se andan con tonterías ni zarandajas, captan perfectamente el tipo de cliente y sus intereses. Lleno a rebosar.
El salón es raro, parece imitar el interior de un barco, no tiene ventanas, salvo al final donde dos privilegiadas mesas tienen un balcón que da a un canal. Apreturas entre las mesas. No se andan con complicaciones y apuestan a caballo ganador: Riedel serie media para la cristalería y plata para la cubertería. Clásica ropa de mesa toda, de fino hilo blanco.
Carta de vinos soberbia, no tan amplia como la del Met, pero me dio la sensación que mejor escogida.
Carta a base de pescado fresco y pasta elaborada por ellos mismos. No quiero irme de Venecia sin tomar el plato de la casa y uno de los símbolos de la Ciudad: la Pasta al Nero di Sepia. Espaguetti con berberechos y Calamarcitos completan el menú.
La utilización de excelentes materias primas y la elaboración de productos cotidianos hacen de este restaurante una autentica delicia. Que nadie espere encontrar cocina de autor, aquí encontrará comida tradicional elaborada exquisitamente. Excelentes los productos del mar y fantástica la pasta, con un punto de cocción absolutamente distinto del que uno puede encontrar en la pasta que uno puede encontrar en el lineal de un supermercado.
Carro de quesos y carta de postres completan una apetitosa oferta.
En definitiva, un selecto restaurante de comida tradicional, donde destacan las excelentes materias primas y el trato profesional del servicio. Tiene bien ganada su estrella.
Increíbles los calamarcitos

Ahora bien, una vez dentro ya notas la categoría y el profesional servicio de la gente que allí trabaja. Trato cordial y agradable, no se andan con tonterías ni zarandajas, captan perfectamente el tipo de cliente y sus intereses. Lleno a rebosar.
El salón es raro, parece imitar el interior de un barco, no tiene ventanas, salvo al final donde dos privilegiadas mesas tienen un balcón que da a un canal. Apreturas entre las mesas. No se andan con complicaciones y apuestan a caballo ganador: Riedel serie media para la cristalería y plata para la cubertería. Clásica ropa de mesa toda, de fino hilo blanco.
Carta de vinos soberbia, no tan amplia como la del Met, pero me dio la sensación que mejor escogida.
Carta a base de pescado fresco y pasta elaborada por ellos mismos. No quiero irme de Venecia sin tomar el plato de la casa y uno de los símbolos de la Ciudad: la Pasta al Nero di Sepia. Espaguetti con berberechos y Calamarcitos completan el menú.
La utilización de excelentes materias primas y la elaboración de productos cotidianos hacen de este restaurante una autentica delicia. Que nadie espere encontrar cocina de autor, aquí encontrará comida tradicional elaborada exquisitamente. Excelentes los productos del mar y fantástica la pasta, con un punto de cocción absolutamente distinto del que uno puede encontrar en la pasta que uno puede encontrar en el lineal de un supermercado.
Carro de quesos y carta de postres completan una apetitosa oferta.
En definitiva, un selecto restaurante de comida tradicional, donde destacan las excelentes materias primas y el trato profesional del servicio. Tiene bien ganada su estrella.
Increíbles los calamarcitos
Con berberechos
En su tinta
No me acuerdo :)